Contrastes

Cirilo y Erasmo 

Por Arturo Salgado

(Primera parte)

Conocí a Erasmo Vázquez González la tarde del viernes 29 de septiembre de 1989 en una residencia del fraccionamiento Floresta del puerto de Veracruz, a la cual arribó su hermano Cirilo Vázquez Lagunes procedente de la ciudad de México, para reunirse con los recién electos dirigentes del Sindicato Nacional Unidad y Progreso (SNUP) de TAMSA, encabezados por el secretario general Elías Muñoz y sus asesores Narciso Izazaga y Carlos Bustos. 

“Es mi hermano El Chivo”, nos comentó Cirilo a un grupo de reporteros que invitó a su encuentro con los nuevos lideres del SNUP que habían derrocado en asamblea sindical a Bartolo Guevara Malpica quien, 4 años atrás, recibió también el apoyo de Vázquez Lagunes para acabar con el cacicazgo de Javier Hernández Corro en el sindicato de TAMSA. 

No volví a verlo en 17 años. Nos encontramos el 20 de noviembre de 2006 en Acayucan, en casa de su hermano Abel Vázquez González, en ocasión del lamentable y cobarde asesinato de Cirilo. 

Supe ese día que El Chivo era ya un próspero empresario citricultor en el sureste mexicano, importante exportador de limón persa.  

Tras la muerte de Cirilo, Erasmo comenzó a meterse en actividades políticas. Un día sí y otro también aparecía en reuniones con actores políticos de la región de Acayucan. En 2013 su hijo Juan Carlos Vázquez Bonilla, contendió sin éxito por la alcaldía de San Juan Evangelista. 

La noche del 30 de noviembre de 2016, diez años después, saludé otra vez a Erasmo en los pasillos de entrada a palacio de Gobierno, en Xalapa. Acompañado de sus amigos más cercanos, entre éstos, Mario Domínguez, acudió a felicitar al entonces gobernador electo Miguel Ángel Yunes, horas antes que éste asumiera la primera magistratura del estado. 

A la fecha nunca más he cruzado palabras con el productor de limones. Por los medios informativos estoy enterado del resultado de su intervención en actividades política. Desde el linchamiento de los plumíferos oficiales hacia su persona y sus hijos, hasta los desplegados periodísticos nacionales que él ha publicado para defenderse de lo que llama campaña sucia en su contra del gobierno estatal en turno.  

Con tan poco tiempo en el escabroso quehacer político donde no existen amigos verdaderos, sólo intereses personales, a Erasmo Vázquez ya lo “clasificaron enemigo público de Veracruz”, seguramente sin buscarlo ni desearlo, porque su imagen pública ha sido siempre la de un hombre de esfuerzo y trabajo que crea cientos de fuentes de empleos. 

En la carta abierta del 18 de noviembre de 2022 en prestigiada revista de circulación nacional, dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló haber colaborado con el gobierno de Cuitláhuac García para desarticular y encarcelar a integrantes de bandas delictivas que provocaban terror y muerte en municipios de la zona sur. Su intervención se vio reflejada con el retorno de la paz y tranquilidad en pueblos y comunidades, comentan los que saben. 

En la publicación, El Chivo le escribe todo un ramillete de calificativos al secretario de Gobierno Erick Cisneros Burgos, a quien acusa de mantenerlo amenazado con meterlo a la cárcel fabricándole delitos que no ha cometido. “Son puros inventos, chismes, mitotes”, dice. 

Agrega en la inserción pagada que “siempre que tiene oportunidad de despotricar de mí y de mis hijos, Cisneros no me baja de delincuente, de narco, de asesino…sugiere que mi riqueza no es bien habida y se pone muy contento cuando alguien le lleva chismes o comentarios mal intencionados de mí”. 

La carta de El Chivo “dibujó a Cisneros de cuerpo entero”, comentaron en pasillos y oficinas públicas. “Fue una carta con muchos huevos que le traerá repercusiones judiciales”, opinaron otros en corrillos políticos.  

Han transcurrido 6 meses de la publicación que desató los demonios de palacio. Prevalece el silencio, no se sabe nada de Erasmo Vázquez ni de sus hijos.

Pareciera tregua pactada…pero no es así. 

La mano que mece la cuna del poder… tiene hambre y sed de venganza. 

Aseguran que muchos de los triunfos electorales de Morena en 2021 en diputaciones federales y locales y presidencias municipales fueron obra y arte de El Chivo y sus hijos, lo que corroboraría que existían lazos de entendimiento político con los que deciden en la capital del estado. 

Sin embargo, en el desplegado del 18 de noviembre de 2022, Erasmo anuncia que (ahora) quieren destruirlo. 

La interrogante es obligada:

¿Hubo acuerdos entre El Chivo y representantes del gobierno morenista? ¿Cuándo y por qué se rompieron?

Sólo ellos lo saben. Pero lo que resulta evidente es que Vázquez González desconocía que los dueños del poder… ¡te hacen, te encumbran y al final si les estorbas… te destruyen!  

 El Chivo me recuerda a su hermano Cirilo Vázquez Lagunes, el siempre bien recordado benefactor social de aquella región de la geografía veracruzana. (Continuará)