Veracruz: Tierra fértil para la agresión a periodistas, gracias a un gobierno estatal cómplice
Por Claudia Guerrero Martínez
Hace unos años, conocí a la directora de El Veraz en Cosoleacaque, Yesenia Mollinedo Falconi en una entrega de premios estatales por parte del Club de Periodistas de México. Este pasado lunes 9 de mayo, fue asesinada junto con su camarógrafa Johana García Olvera, en la Colonia Cerro Alto, impactando al gremio periodístico en todo el país, por el asesinato de las dos colegas periodistas en este estado, en un municipio con graves problemas de inseguridad e impunidad.
La confusión entre dos medios de comunicación: Periódico Veraz, de nuestra propiedad y El Veraz, sin tener presencia como portal, sólo como página en Facebook se hizo presente ante los llamados de colegas de medios nacionales e internacionales para solidarizarse y conocer más detalles sobre la ejecución de las dos periodistas. Lo que pudimos hacer es sólo resumir la poca información que había y la difusión de fotografías de una escena dantesca, triste y prende las alertas para todos los que ejercemos esta fascinante actividad periodística en Veracruz.
Hasta nuestra familia se alertó con sólo escuchar el asesinato de mujeres periodistas en Veracruz.
Y luego, se difunden comentarios sobre pipas de coca, burdos señalamientos en contra de las asesinadas y revictimizándolas, como si fueran agentes del Ministerio Público, para ayudar al gobierno de Cuitláhuac García a despresurizar el escándalo mediático internacional y señalar a las colegas como unas viciosas, sin pensar que pudieron ser sembradas y como en todos los casos de ejecuciones en contra de periodistas y comunicadores es denostar y desfigurar la vida privada de los colegas, para ayudar a gobiernos estatales.
Las cifras de asesinatos en Veracruz son alarmantes. Indignan, laceran y ponen en entredicho si en realidad ha dado resultados las conformaciones de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas en Veracruz y el Mecanismo para la Protección de Periodistas, de la Secretaría de Gobernación, sin en verdad protegen a los periodistas en todo el país. Y algunos colegas ejecutados advirtieron que serían asesinados, como presagio real, ocurrido a los pocos meses.
Circulan audios con la presunta voz de Yesenia Mollinedo Falconi externando datos que parecen ser una historia de terror. Extraño, que se den a conocer después de su muerte cuando ella ya no se puede defender. Y eso es mezquino. Lo interesante es que medios oficialistas, comunicadores a sueldo en la Secretaría de Seguridad Pública y cuentas en redes sociales la juzgan, señalan, incriminan, involucran y mantienen una línea de investigación y de relación con grupos delincuenciales, cuando está tan manoseada para desvirtuar la vida de Yesenia Mollinedo y de Johana García.
A todos los colegas, les recuerdo que Yesenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera tienen familia, hijos y hermanos, quienes lloran su pérdida. No porque te paguen, debes destruir la vida de periodistas. Nuestra solidaridad para las familias afectadas ante las pérdidas de Yesenia y de Johana.
Esperamos una investigación profunda, acuciosa y real de lo ocurrido. Existen cámaras de video vigilancia en la tienda OXXO y testimonios de quienes vieron estas ejecuciones.
Y por último un dato revelador: La inseguridad en la zona sur del Estado, entre ellos Cosoleacaque, donde circulan camionetas con gente armada, imponiendo los cobros de piso, las extorsiones, los secuestros y predominan los municipios sin ley, protegidos por el gobierno del “honesto” Cuitláhuac García Jiménez, quien es el culpable de la impunidad prevaleciente en Veracruz y él no hace nada para detenerla, al contrario, tiene la instrucción de que a los grupos criminales sean tratados con respeto, sin ser molestados y sobre todo, que dicten la agenda política en este estado.
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