«¿Cómo se atreven?»: El fuerte discurso de Greta Thunberg en cumbre del clima de la ONU
Triste y enojada, la joven activista sueca Greta Thunberg, líder del movimiento ‘Fridays For Future’, acusó a los líderes mundiales de no hacer lo suficiente para revertir la crisis climática.
«¿Cómo se atreven?», lanzó el lunes la joven activista sueca Greta Thunberg a los líderes mundiales reunidos en la ONU para fortalecer el Acuerdo de París sobre el clima. La juventud mundial y los científicos piden abandonar las energías fósiles para reducir urgentemente los gases de efecto invernadero.
El viernes pasado, convocados por Thunberg, 4 millones de personas participaron en huelgas estudiantiles por el clima en más de 160 países, según los organizadores. Otra gran huelga ha sido convocada para el viernes próximo.
¿Cómo se atreven? Han robado mi niñez y mis sueños con sus palabras vacías», declaró la activista de 16 años.
Un total de 66 países respondieron al llamado del jefe de la ONU y se comprometieron a alcanzar la neutralidad en carbono para 2050.
Nuestros sistemas ecológicos están colapsando, muriendo. Estamos en el principio de de una extinción masiva y de todo lo que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas sobre el crecimiento económico perpetuo» acusó Thunberg.
En la cumbre, que tiene lugar en la víspera de la Asamblea General anual de la ONU, unos 60 líderes deben anunciar nuevas promesas para combatir el cambio climático.
Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a comprender su traición (…) Si eligen fallarnos, les digo, ¡nunca los perdonaremos!», dijo la joven tras recordar que los científicos alertan sobre un calentamiento acelerado del planeta.
La ONU alertó el domingo que la temperatura mundial promedio de 2015 a 2019 va camino a convertirse en la más alta de cualquier periodo de cinco años jamás registrado.
No dejaremos que se salgan con la suya. Aquí y ahora es donde trazamos el límite. El mundo se está despertando y el cambio está llegando, les guste o no», concluyó.
Thunberg comenzó a faltar a la escuela hace un año para protestar sola frente al parlamento sueco con una pancarta, y rápidamente se convirtió en el símbolo de la indignación juvenil ante la inacción de los gobiernos frente al cambio climático.