Algunos pacientes recuperados de COVID-19 presentan efectos a largo plazo, revelan monitoreos en Europa
*** En esta situación, algunos de los países europeos están estableciendo centros de rehabilitación para tratar las consecuencias, que incluyen la llamada “niebla cerebral”, fatiga y falta de respiración, entre otras.
Ciudad de México.- Algunos países en Europa están estableciendo centros de rehabilitación para los que superaron la COVID-19, pero siguen afectados por sus efectos a largo plazo, ante un creciente número de personas que declaran seguir con problemas de salud durante meses tras ser dados de alta.
La magnitud del problema ya ha sido reconocida por el secretario de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, quien el pasado miércoles en una entrevista con Sky News, señaló que “cada vez hay más pruebas de que una minoría de personas, pero una minoría significativa, tiene impactos a largo plazo” de la COVID-19 y que pueden ser “bastante debilitantes”. En este sentido, el Ministro subrayó que “es realmente importante” apoyar a estas personas y averiguar qué se puede hacer al respecto.
En Italia, el país europeo más afectado por el coronavirus, ya están funcionando varias clínicas de recuperación post-covid, una de ellas en la ciudad portuaria de Génova. De acuerdo con su director, el doctor Piero Clavario, los efectos a largo plazo del coronavirus afectan no sólo a los pacientes graves, “sino también a los que pasaron no más de tres días en los hospitales y luego se fueron a casa”.
“Lo que más me sorprende es que incluso los pacientes que no han pasado ningún tiempo en la UCI están extremadamente débiles: no hay evidencia de un problema cardiológico o pulmonar, pero ni siquiera pueden subir las escaleras”, dijo a la CNN. “La mayoría muestra una debilidad muscular grave. Una enfermera de 52 años tuvo que volver a trabajar después de haberse recuperado de la COVID, pero no pudo hacerlo físicamente”, añadió.
“COMO SI TUVIERA 80 AÑOS”
Varias de las personas que superaron la COVID-19 han confesado al medio que su mente parece menos aguda, tienen una “niebla cerebral”, se cansan al caminar, les falta la respiración o tienen que descansar cada rato al hacer cualquier esfuerzo físico.
Así, Grace Dolman, una médica británica, de 39 años, que se enfermó en marzo, contó que aún sufre dolores musculares y un hormigueo extraño en las manos y los pies. “Básicamente, es como si tuviera 80 años. Tengo que trabajar un poco y luego parar, seguir un poco más y parar otra vez”, confesó.
Otro antiguo paciente, el buzo profesional Emiliano Pescarolo de Génova, contó que tres meses después de salir del hospital todavía tiene dificultades para respirar. “Una vez que volví a casa, incluso después de semanas, no pude ver ningún progreso: si daba un pequeño paseo, era como escalar el monte Everest. También estaba sin aliento sólo por hablar”, recordó el hombre de 42 años.
No obstante, reconoce que gracias a los cuidados que recibe en la clínica del doctor Clavario comienza a ver progresos. En este sentido, el jefe de la clínica en Génova indica que “lo positivo es que, después de un periodo de ejercicio en nuestro gimnasio, la mayoría de ellos pueden recuperarse de manera eficiente”.
Por otra parte, en el Reino Unido a principios de este mes arrancó el estudio PHOSP-COVID, que va a monitorizar a 10 mil pacientes recuperados de COVID-19 durante un año, con el fin de investigar más sobre los efectos a largo plazo de esta enfermedad. Además, las autoridades sanitarias británicas tienen planeado lanzar un servicio de apoyo en línea para las personas que superaron la COVID-19, así como varios centros con servicios de rehabilitación.
Fuente: SinEmbargo