COLUMNASINFORME ROJO

Rocío Nahle: un fraude y un fiasco

* ASF halla irregularidades * Las pipas antihuachicol * Contratos chuecos en Dos Bocas * Y políticamente es un fiasco * Policías tras el hijo de Gladys Merlín * Revuelta contra Yazmín en Fuerza por México * Consuelo Valentín para diputada federal * Morena: el vendelotes vuelve a hacer su show * Empresa no construye, sí factura y el alcalde paga.

Por Mussio Cárdenas Arellano

Aduladora sin par, Rocío Nahle le sigue el juego, como nadie, a Andrés Manuel. Atiza el sueño de una refinería sin futuro, el combate al huachicol aunque se viole la ley, o embiste a las energías limpias, o impulsa la ley eléctrica inconstitucional y Pemex registra pérdidas de casi 500 mil millones de pesos en 2020. Y aún así, no deja de mentir.

Atrabancada e irascible, la secretaria de Energía tiene la soberbia en las venas, la fantasía en la mente y la intolerancia en cada poro de la piel.

Dos de sus ocurrencias —la refinería de Dos Bocas y la compra de pipas en la lucha contra el huachicol— andan en la mira de la Auditoría Superior de la Federación.

Uno de sus protegidos, Miguel Ángel Lozada Aguilar, tuvo que dejar la dirección de Pemex Exploración y Producción por su implicación en la Estafa Maestra con que el círculo peñanietista, los fifí, triagulaban recursos a universidades y éstas los remitían a campañas del PRI. Nahle lo defendió como leona enardecida. Lo impuso contra las voces que alertaban lo que se veía venir. Y al final, pese a evadir una inhabilitación de la Secretaría de la función Pública, se tuvo que ir.

Otra de sus genialidades fue acotar a empresas productoras de energías limpias y modificarles, vía acuerdos ejecutivos, el marco legal impactando contratos firmados con anterioridad y poniendo en riesgo la inversión. Al final, la justicia federal la hizo recular.

Tundida en los tribunales, no le quedó más impulsar la nueva Ley de la Industria Eléctrica que es tácitamente una expropiación, gestando una posición ventajosa para la Comisión Federal de Electricidad en detrimento de los inversionistas privados. Tarde o temprano, el gobierno irá a instancias internacionales por demandas de particulares y, peor, por violar términos del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá que eventualmente generarían sanciones dolorosas.

Y la joya de la corona: en 2020, Pemex sufrió una pérdida de 480 mil 966 millones de pesos, 38 por ciento superior a 2019 cuando el saldo fue de 347 mil 926 millones de pesos.

Pemex en el peor momento de su historia. Y Rocío Nahle, en la boca del volcán.

Su mundo es irreal. Y el del presidente, también. Uno se afana en que la refinación de combustibles es la palanca del desarrollo en un mundo que tiende hacia los automóviles eléctricos, y la otra le vende que las energías fósiles son el futuro de la humanidad.

López Obrador pregona que en México la clave es producir petróleo y no importarlo, procesar derivados, la refinación y la petroquímica. Sólo faltó invocar a López Portillo y afirmar que hay que prepararse para administrar la abundancia.

Sueño o delirio, es suponer que Pemex tiene remedio. Se cae a pedazos desde los días del salinismo, y luego con Vicente Fox, y así siguió con Felipe Calderón, y entró en crisis con Enrique Peña Nieto. Lo fueron matando paulatinamente. Y en dos años de la Cuarta Simulación, su deuda crece —más de 2 billones de pesos—, se refina el 50 por ciento de lo esperado, se produce crudo pero se pierde clientela. Técnicamente está en quiebra. Y Rocío Nahle está ahí.

Nahle se mueve con energía sucia; su mente también. Se le atasca el carburador. No arranca. No hay chispa en la maquinaria. No hay ignición. La marcha patina. La nave se comienza a tostar.

Y ante el desastre, la ocurrencia. Y tras la ocurrencia, la corrupción.

Sus excesos no son peores que los del pasado. Licitaciones amañadas, contratos fuera de norma, obras para el socio del compadre, obras para familiares, obras para la runfla que medró durante la dinastía PRIAN y que hoy siguen robando en la tiranía de los Obrador. Éstos no son peores pero su bandera —y su cuento— fue que no eran iguales.

Sí lo son. En Dos Bocas, el informe de la Auditoría Superior de la Federación correspondiente a 2019 halló inconsistencias por 75 millones 591 mil 093 pesos.

De ellos, 70.7 millones de pesos son “por diferencia detectadas entre los volúmenes de obra pagados y los reales ejecutados”.

De igual manera, se detectaron pagos por 2.7 millones de pesos “en diferencias determinadas en la revisión por el uso y cobro de maquinaria diferente a la ofertada y contratadas, en relación con la que realmente se utilizó para realizar las labores en la obra”.

Otros 2.1 millones de pesos correspondientes a duplicidad de pagos de los mismo rubros considerados en distintos conceptos y no se elaboraron todos los reportes semanales en los que se acredite el número de horas trabajadas por el personal en cada disciplina reportada por los contratistas, según difundió el portal Infobae.

La respuesta de Rocío Nahle a la ASF estribó, como siempre, en una pataleta. En la construcción de la refinería de Dos Bocas no se aplicó ingeniería básica, como señaló el órgano auditor. Pero eso es pecatta minuta. Lo sustancial es a quiénes les otorgó los contratos.

Dos de ellos quedaron en manos de sus allegados. Uno, para la construcción de la plataforma en la que se erigirá la refinería, consorcio en el que participa Representaciones Industriales del Sur, propiedad de Juan Carlos Fong Cortés, socio en subastas bancarias y allegado a Arturo Quintanilla Hayek, compadre de la secretaria de Energía. Su monto, 4 mil 968 millones de pesos.

Otro, para la construcción de almacenamiento de 200 mil barriles de combustible con un monto de 952 millones 200 mil pesos. El beneficiario es IM Vaga Construcción, cuyo propietario formal es Luis Mario Vadillo García, pero su operador real es Leopoldo Suárez Fernández, actual secretario de Obras Públicas del ayuntamiento de Coatzacoalcos, feudo de Rocío Nahle García, donde desgobierna su compadre, Víctor Manuel Carranza Rosaldo.

Dos Bocas es la mayor zarandaja que se le podía ocurrir. Una refinería entre el fango playero, los cimientos en lodo vil, tasada en 8 mil millones de dólares y con tiempo fatal para ser concluida en julio de 2022, que los expertos dicen no podrá ocurrir.

Lo de menos es erigir un proyecto de refinación, fincado en la saliva oficial y en el delirio de López Obrador por petrolizar la economía nacional. Lo demoledor estriba en apostarle a una obra sin rentabilidad, sin futuro, cuando el mundo tiende hacia los automóviles eléctricos.

A Norma Rocío Nahle la desborda otro fantasma: el huachicol. Genial la fórmula para acabar con el robo de combustible. Cerró las válvulas para que el fluido no transitara por los ductos. Dejó a los ladrones sin nada que extraer. Y al pueblo sin gasolina.

Su remedio fue otro tiro en el pie. Ante el desabasto, frente a la ira, el gobierno adquirió 679 pipas para el transporte de combustible. Todos fuera de norma.

De acuerdo con la ASF, los autotanques “no fueron entregados con la oportunidad requerida, no cumplieron la totalidad de las especificaciones técnicas establecidas en las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), no se efectuó la inspección de los bienes recibidos, ni se distribuyeron con base en las necesidades de abastecimiento y se identificaron deficiencias en la operación, resguardo y mantenimiento de los vehículos”.

Y se pagaron 5 millones 379 mil dólares más de lo contratado originalmente.

Institucionalmente, Nahle es un fraude; políticamente, un fiasco.

Su coto de poder es Coatzacoalcos. Controla el ayuntamiento, la diputación federal y la diputación local. Pero de todos no se hace uno.

Bajo el poder de Morena, Coatzacoalcos vive entre la violencia y el miedo, el caos económico, el abuso de autoridad, corruptelas, malversación, desvío de recursos, obra de medio pelo, contratos irregulares, asignaciones a amigos y testaferros, y casos de delincuencia y crimen organizado en el círculo más allegado al alcalde Carranza y a la flamante secretaria de Energía, Rocío Nahle García.

Morena, pese a todo, flota como los desechos en el mar. Sus candidatos son una vergüenza: un diputado gris, una diputada invisible, una regidora majadera y un alcalde con cola monumental.

Morena vende, aún, pero su oferta política es basura. Es el reflejo de la secretaria de Energía, de su ignorancia y su incapacidad operativa. Sus alfiles no prenden, no motivan. Sueñan con que el efecto López Obrador definirá la elección del 6 de junio.

Nahle da tumbos. Dos Bocas no arrancará en julio de 2022, como presume. O lo hará como si fuera un alambique de destilación. Y el huachicol sigue. Y la Ley de la Industria Eléctrica provocará bloqueos comerciales a México. Y Pemex está en fase terminal.

Mientras, Nahle le sigue dando cuerda a López Obrador.

                                                               Archivo muerto

Llega a Xalapa y Emigdio vuelve a escandalizar. A los cinco días del crimen de su madre, Gladys Merlín Castro, y hermana, Carla Enríquez Merlín, hay show policíaco en la capital de Veracruz. Sus escoltas son intervenidos por elementos de Seguridad Pública estatal, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, a la altura de Sedesol. El primer reporte citaba una persecución, un enfrentamiento y el choque de una de las unidades vehiculares de Emigdio Enríquez Merlín.  Sus escoltas, que son elementos de la policía estatal, contra Policía Municipal y de la SSP. El auto del hijo de la ex alcaldesa de Cosoleacaque, ex diputada federal y local, muestra los signos de la acción, pero Millo afirma que sólo fue un impacto, provocado por el “amarrón” de otra unidad, sin que el conductor del hijo de la alcaldesa evitara el golpe “por buey”, cuenta el junior. Es nota en los medios y las redes viralizan la información. Y luego el silencio. ¿Hubo en realidad una balacera? ¿Por qué actuó SSP contra el vehículo y guardias de Emigdio Enríquez Merlín? ¿Fue una confusión o el junior del clan Merlín está bajo investigación? Apenas el lunes 15 de febrero ocurrió el doble crimen de Gladys y Carla y hay más dudas que certezas, más penumbra que luz, sospechas a granel. ¿Fue robo? ¿Fue una ejecución al estilo narco? ¿Fue venganza? ¿Es un caso de huachicol, sabiendo que el negocio cumbre de Gladys eran las gasolineras y que todo propietario sufre presiones brutales? ¿Hay móvil político y por qué? Emigdio Enríquez afirma que la Fiscalía de Veracruz mantiene el caso en la opacidad y que el crimen lo perpetró alguien que conocía bien la casa. ¿Insinúa que fue el IPAX, la policía auxiliar, dependiente del gobernador Cuitláhuac García? Mientras, Cosoleacaque se agita, la población tomas calles, alzan la voz, reclaman un regreso a la paz. Y a 400 kilómetros, en Xalapa, hay versiones de metralla y disparos, se confrontan la escolta de Emigdio Enríquez Merlín con elementos de Seguridad Pública de Veracruz… Enésimo fracaso de Yazmín Martínez Irigoyen, ahora intentando ser la estrella de Fuerza por Veracruz. En un pestañeo, soltó a los demonios del partido rosa. Desató una oleada de repudio y el amago de renuncias si la imponen como candidata a diputada local por el distrito Coatzacoalcos Urbano. A minutos de recibir el espaldarazo, se gestó la revuelta. Se irían dirigentes, militantes y hasta organizaciones de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), socavando la estructura del partido que lidera a nivel nacional Gerardo Islas Maldonado. Y ahí se esfumó el sueño de la síndica del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Nada le sale. En Morena la marginan; el PRD la bajó de la candidatura; Unidad Ciudadana no le dio entrada, y ahora Fuerza por México la deja fuera ante el riesgo de una desbandada. Lo que se siembra, se cosecha… Consuelo Valentín es ya la virtual precandidata de Fuerza por México a la diputación federal por Coatzacoalcos. De extracción morenista, supo deslindarse de la pandilla obradorista al advertir los alcances y las ambiciones, la exclusión de quienes ayudaron a forjar a Morena. Un día, tras denunciar reiteradas violaciones al estatuto interno, simplemente se fue. Desde entonces alza la voz, exhibe la simulación, el engaño, la trampa. Su postulación formal ocurrirá en los días por venir. Mientras, decenas de morenistas le ofrecen su respaldo y el 6 de junio su voto. Consuelo Valentín irá contra la actual diputada federal, Tania Cruz Santos, quien busca la reelección, y contra la priista Nereida Santos Hernández, y los candidatos de Redes Sociales Progresistas, Carlos Morales González; de Movimiento Ciudadano, Juan Arjona, y de Encuentro Solidario, Jorge Puig… Show y patraña del vendelotes Salvador Cueto Sosa, agitando con el señuelo de la demanda democrática en Morena para luego, como siempre, negociar. Esta vez usa a Justiniano Santiago Cruz, pide piso parejo, proceso interno transparente, que no haya farsa en la elección de candidatos, protestan aquí y allá, alzan la voz e increpan a su dirigencia nacional, y al final Salvador Cueto volverá al redil. Es su estilo. Así incrustó a su hija Fabiani en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, haciéndola regidora y logrando una comisión clave: tenencia de la tierra. Fabiani gestiona la regularización de predios y Salvador Cueto, su papá, legaliza las tierras que revende. Es su show y allá quien se deje sorprender… Víctor Nazariego Ortiz es el coordinador general de campaña de Nereida Santos Hernández, precandidata a diputada federal por la alianza Veracruz Va en Coatzacoalcos. Ya desligado del Partido Verde, fue uno de los operadores del Frente Cívico que llevó a la pasarela a diversos actores políticos que aspiran o aspiraron a la alcaldía y diputaciones federal en el distrito XI y locales urbana y rural, distritos XXIX y XXX de Veracruz. Nazariego Ortiz tiene a su cargo operar un proyecto que le permita al priismo agenciarse la diputación federal por Coatzacoalcos, hoy en manos de Morena… ¿Cuál es esa empresa que factura y factura obras que no realiza y que el ayuntamiento de Coatzacoalcos, con la venia de su alcalde, Víctor Carranza Rosaldo, no duda en pagar?

[email protected]

[email protected]

www.mussiocardenas.com