INTERNACIONAL

La variante ómicron se extiende por 38 países a las puertas de Navidad

*** La Organización Mundial de la Salud no ha registrado muertes vinculadas a la nueva variante ómicron del coronavirus.

En apenas diez días la nueva variante del coronavirus, ómicron, se ha expandido ya por 38 países, ha reactivado restricciones y cerrado fronteras y preocupa a las autoridades sanitarias y a la Organización Mundial de la Salud, que desconoce por el momentos las consecuencias de esta nueva cepa. La parte positiva la comunicaba precisamente la OMS este viernes: no ha detectado ninguna muerte vinculada a esta variante.

Un dato que viene a apoyar lo que tanto las autoridades sanitarias como los expertos sudafricanos sugerían ya de esos primeros contagios el fin de semana pasado: parece que la nueva variante se expande más rápido, pero los síntomas son más suaves. No obstante, es pronto para determinar, en términos científicos, si realmente la infección es más leve, si es cierto que se expande más rápido, o cuáles son los efectos de las vacunas. «Tendremos las respuestas que todo el mundo necesita», ha afirmado este viernes el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.

Mientras llegan las respuestas y esta nueva variante continúa expandiéndose, la OMS ha pedido «estar preparados y ser cautelosos», pero también «no entrar en pánico, porque estamos en una situación diferente a la de hace un año». En su intervención durante una conferencia organizada por Reuters, la científica jefa de la organización, Soumya Swamintathan, consideró que ómicron puede convertirse en la variante dominante, por su alta transmisión, pero insistió en que posiblemente no se necesite una nueva vacuna contra ella. Por si acaso, algunas farmacéuticas trabajan ya sobre esta previsión. Moderna calcula que un hipotético desarrollo de una nueva vacuna podría estar listo para principios de 2022.

«Podemos estar seguros de que esta variante se expandirá. Delta también empezó en un lugar y ahora es la variante predominante», coincidió el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, en una rueda de prensa este mismo viernes. «Una vez que se detecta una variante y empieza la vigilancia, aparecen más y más casos. Cuando se descubre, es porque ya hay un grupo de casos en algún lugar», explicó.

Un aumento de casos exponencial

En Sudáfrica, el país donde se detectó por primera vez la nueva variante el pasado 24 de noviembre, el aumento de los nuevos casos es «exponencial». La doctora Michelle Groome, del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD, por sus siglas en inglés), ya advirtió esta semana de que los contagios por ómicron han pasado de una media de 300 casos al día durante la primera semana; 1.000, la semana pasada; y 3.500 en los últimos días.

Las nuevas restricciones y limitaciones a los viajes procedentes de este y otros países de la zona sur del continente no han evitado que se hayan detectado también transmisiones locales en otras partes del mundo. Los últimos casos se han dado en Estados Unidos y Australia. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades americano alertó de que había detectado casos de ómicron en otros seis estados, y ya van once, aunque no descarta que pudiera estar en más.

El presidente Joe Biden anunció este jueves una estrategia para contener la expansión del virus y limitar el avance de esta variante en el país. Entre las nuevas medidas, que se aplicarán a partir del lunes, se encuentra el requisito de presentar un test negativo de coronavirus realizado durante las 24 horas previas –en lugar de 72– a entrar en el país, independientemente del país de origen o el estado de vacunación.

En Australia contabilizan ya nueve casos de ómcricon llegados desde el extranjero y el primer contagio comunitario, detectado en Camberra, mientras las autoridades investigan un brote local en Sídney y miles de personas se manifiestan este sábado en Melbourne contra las leyes que pretenden atajar la pandemia.

Noruega anunció este jueves nuevas medidas para contener el avance de la pandemia en general y de ómicron en particular: test de antígeno negativo para cualquier persona, vacunada o no, que quiera entrar al país, mascarilla obligatoria en interiores en las zonas con mayor incidencia y limitaciones de aforos. Para cuando estas medidas entraron en vigor, este viernes, ya se habían detectado 50 positivos tras una fiesta de Navidad en Oslo, de los que al menos 13 suben a la cuenta de la nueva variante.

Sin bienvenida al 2022

Si el pasado fin de semana, a medida que se anunciaban nuevos casos de ómicron por diferentes países, muchos de ellos iban imponiendo o analizando nuevas restricciones, el goteo de anuncios no ha parado en los últimos días. Los más recientes en Europa: los colegios belgas cerrarán una semana antes por vacaciones de Navidad; los lander alemanes volverán a prohibir los fuegos artificiales en Año Nuevo para evitar aglomeraciones; Irlanda limita el aforo en bares y las visitas a domicilios.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha anunciado este sábado que no habrá fiesta oficial de fin de año, un evento que cada 31 de diciembre suele congregar a millones de turistas en Copacabana. Brasil ha registrado seis casos de ómicron en su territorio, lo que ha puesto a las autoridades regionales y locales en guardia. En total, se han cancelado las celebraciones, eventos y conciertos para recibir al 2022 en 21 de las 27 capitales regionales del país.

Este viernes, las autoridades de Malasia y Sri Lanka informaron de sus primeros casos de ómicron y Singapur confirmó dos nuevos contagios por esta variante. En Canadá se han detectado ya 15 casos de ómicron, once de ellos notificados este mismo viernes. Mientras, en Corea del Sur preocupa una misa en una Iglesia con cientos de personas, a la que asistió alguno de los nueve casos confirmados en el país.

Restricciones «antes de ómicron, por el aumento de delta»

Con todo, la OMS ha indicado que muchas de estas medidas ya se venían aplicando antes de la llegada de ómicron para atajar el aumento de incidencia y nuevos casos que se venía produciendo en las últimas semanas, cuando aún no se tenía constancia de la nueva variante. «Los confinamientos, el cierre de ciertas actividades económicas, de mercados de Navidad en partes de Europa… Esto ha ocurrido antes de ómicron y la razón fue el aumento de casos de la variante delta», advirtió Lindmeier. «No perdamos esa perspectiva», señaló antes de pedir que «en lugar de cerrar fronteras es mejor preparar al país y al sistema sanitario para los casos que lleguen».

Fuente: La Jornada